EMDR

Una técnica altamente efectiva para el tratamiento del trauma emocional.

La terapia EMDR ha demostrado ser un enfoque increíblemente efectivo para tratar una variedad de dificultades emocionales y mentales derivadas de experiencias traumáticas. Al desbloquear el sistema natural de procesamiento de información del paciente, proporciona una experiencia de curación más profunda y duradera que muchas otras terapias no pueden proporcionar. Esto es particularmente beneficioso para aquellos que han estado lidiando con trauma emocional o psicológico que ha afectado varios aspectos de su vida.

Si bien la terapia EMDR puede ser efectiva por sí sola, también puede integrarse con éxito con otros enfoques para la historia del paciente y la resolución de problemas, como la Terapia Breve Estratégica. Esto significa que es una opción versátil y adaptable para aquellos que buscan curación emocional y mental.

En general, la terapia EMDR es una opción altamente recomendada para cualquier persona que tenga problemas de trauma emocional o psicológico, así como para aquellos que buscan mejorar su bienestar y rendimiento en general. Su efectividad comprobada y adaptabilidad lo convierten en una herramienta beneficiosa tanto para pacientes como para profesionales de la salud.

En el proceso con EMDR, trabajo con el paciente para identificar un problema específico que será el foco del tratamiento. El paciente describe el incidente traumático, a partir del cual es ayudado por mi para que seleccione los aspectos más importantes y que más lo angustian de dicho incidente. Mientras el paciente hace movimientos oculares (o cualquier otra estimulación bilateral) le vienen a la mente otras partes del recuerdo traumático u otros recuerdos. El terapeuta interrumpe los movimientos oculares cada cierto tiempo ,para asegurarse que el paciente esté procesando adecuadamente.

La estimulación bilateral puede ser: a) visual (el paciente mueve los ojos de un lado al otro guiado por el terapeuta); b) auditiva (el paciente escucha sonidos alternados en ambos oídos) c) kinestésica (el terapeuta golpetea suavemente y en forma alternada sobre las manos, los hombros del paciente o las rodillas). Esto facilita la conexión entre los dos hemisferios cerebrales logrando el procesamiento de la información y la disminución de la carga emocional.

El terapeuta guía el proceso, tomando decisiones clínicas sobre la dirección que debe seguir la intervención. La meta es que el paciente procese la información sobre el incidente traumático, llevándolo a una "resolución adaptativa". En las palabras de Francine Shapiro, esto significa: a) una reducción de los síntomas; b) un cambio en las creencias y c) la posibilidad de funcionar mejor en la vida cotidiana.

El abordaje empleado en EMDR se sustenta en tres puntos: 1) experiencias de vida temprana; 2) experiencias estresantes del presente y 3) pensamientos y comportamientos deseados para el futuro.

El tratamiento con EMDR puede ser desde 3 sesiones para un trauma simple hasta más de un año para problemas complejos.

La palabra trauma deriva del griego y significa "herida". El trauma es una "herida psicológica" que puede ser provocada por variadas situaciones. Solemos vincular  trauma con   problemas originados por grandes desastres naturales o aquellos causados por el hombre, como guerras, accidentes, abusos, etc. Estos serían los traumas con T, por la gran magnitud de sus causas. No  podemos olvidar que en lal vida diaria podemos acumular otra categoría de traumas con "t", cuyo origen está relacionado con hechos, aparentemente, de menor importancia. Como por ejemplo: desprotección, humillación, cambio de roles en la familia, etc.

Sin embargo, la importancia de las causas del trauma no determina la calidad del daño que éste produce. Puede ser tan dañino un "Trauma" como un "trauma", porque sus efectos dependerán de cada persona, de su historia y entorno afectivo, del momento en que se haya producido y de su repetición a lo largo del tiempo. El trauma, no importa su origen, afecta de tal manera la salud, la seguridad y el bienestar de la persona, que ésta puede llegar a desarrollar creencias falsas y destructivas de sí misma, sobre los demás y con el mundo.

De 45 minutos a 60 minutos cómo máximo. Los resultados no van a depender en la cantidad de tiempo que dediquemos a hablar, sino el tiempo que nos dediquemos a ocuparnos de lo que tenemos que hacer en nuestro día a día, que es donde se presenta nuestro problema o dificultad.

Normalmente una sesión  cada dos semanas.

Seremos flexibles cuando haya causas de fuerza mayor. Pero las sesiones han de ocurrir con cierta regularidad. Los psicólogos sabemos que si las sesiones se van espaciando demasiado, la persona va posponiendo las cosas... hasta que la terapia deja de funcionar y la persona solo tira su dinero.

 

Sí, rotundamente. Está considerada una de las mejores terapias para el tratamiento del estrés postraumático, reconocida así por la Organización Mundial de la Salud.

Atendemos las necesidades emocionales surgidas a lo largo del ciclo vital.

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